El estado de alarma ha motivado un decreto por el que monseñor Atilano Rodríguez establece
la suspensión de la misa pública en todos los templos de la Diócesis de
Sigüenza-Guadalajara. Consecuentemente, también se suprimen las
celebraciones sacramentales (bautizos, matrimonios, confirmaciones y
confesiones comunitarias) y otros actos públicos de piedad.
En coherencia, las exequias se reducen a
un acto religioso en el cementerio o en el tanatorio, sin misa. La
celebración eucarística se mantiene, con las debidas medidas sanitarias,
en conventos y comunidades religiosas.
Al mismo tiempo, algunos templos pueden
abrirse, con horario estudiado y observando las normas establecidas,
para que los fieles puedan orar ante el Santísimo, siguiendo
indicaciones del Papa Francisco.
Don Atilano pide a los sacerdotes que
celebren a diario la misa en privado o con alguna persona asistente,
rezando por los fallecidos, por los enfermos y por la superación de la
crisis sanitaria. Y anima a todos los fieles a seguir la misa por los
medios de comunicación, a mantener la oración personal y al rezo en
familia.
Dos días antes de este decreto, fechado
el 15 de marzo, el obispo había firmado otro dispensando a los
diocesanos “del precepto dominical mientras dure la actual emergencia
sanitaria”.
Fuente: Diócesis Siguenza-Guadalajara