La ermita de la Soledad:
La ermita dedicada a la Virgen de la Soledad es una de las cinco que se levantaron dentro del término de Marchamalo (San Pedro-Siglo XIII, San Sebastián-Siglo XV-XVI, San Miguel-Siglo XV, Santa Ana-Siglo XVII). Todas tenían en común que se encontraban junto a las cañadas y caminos reales, quizas, como una tradición de origen romano, para proteger a los viandantes. También como puertas de entrada a la Villa, donde quedasen conjurados todo tipo de males, que los distintos santos protectores se encargarían de vigilar y rechazar.
A mediados del siglo XVII (1660) se construye la ermita de la Soledad, la única que ha quedado en pie, hasta nuestros días.
A mediados del siglo XVII (1660) se construye la ermita de la Soledad, la única que ha quedado en pie, hasta nuestros días.
Junto al Camino Real y cañada Galiana, en lo que se conocía como las Eras de la Veracruz, se construyó esta ermita que sin duda, fue heredera de la Cofradía de la Veracruz que provenía del siglo XVI y que contaba con varias fincas en los términos de Marchamalo, San Martín y Zayde.
Arquitectura:
Edificada con muros de ladrillo y puerta de acceso a los pies, espadaña en la misma situación de un cuerpo y en ladrillo.
El interior es de única nave con pilastras adosadas y cubierta de medio cañón con lunetos, arco triunfal de medio punto, Capilla Mayor con cúpula de media naranja sobre pechinas y linterna. Sacristía arquitrabada.
Esculturas e imágénes:
Lado de la Epístola:
escultura muy pequeña de San Blas del siglo XVIII en madera, escultura de siglo XX de Santa Rita.
escultura muy pequeña de San Blas del siglo XVIII en madera, escultura de siglo XX de Santa Rita.
Fuente:
Textos: Ablanque Oliveros, Juan Enrique. Noticias, documentos y hallazgos para la historia de Marchamalo (2003).
Fotografías: Juan del Castillo Bellot / Cristina Ayuso de Inés
Localización: